Las actuaciones de este programa consisten en la detección de situaciones de desprotección de menores, a fin de adoptar las correspondientes medidas de protección, si es necesario, o por el contrario diseñar estrategias de intervención que permitan paliar o solventar, las dificultades existentes en el seno familiar.

Dentro de las situaciones de desprotección social del menor, se diferencian entre las situaciones de riesgo, desamparo o conflicto social.

Según cada caso y la necesidad demandada o detectada, la tramitación de recursos y/o servicios podrá ir dirigida a:

Tutela:

Es una medida de protección del menor, en la que el  Área de Protección declara la situación de desamparo y suspende provisionalmente la patria potestad de los padres o tutores, asumiendo la entidad pública el ejercicio de la misma. 

La tutela crea una relación jurídica entre el menor y el Área de Protección, en la que la administración asume todas las obligaciones que corresponden al tutor, esto es, velar por el menor, procurarle alimentos, educarlo y procurarle una formación integral. 

Guarda:

Es la medida de protección por la que la administración ejerce las funciones guardadoras cuando el padre y la madre, o en su caso los tutores, lo solicitan por existir circunstancias graves y temporales que les impiden ejercerla a ellos mismos. 

Esta medida de protección finaliza en el momento en que desaparece la causa que motivó su adopción, debiendo reintegrarse el menor con su familia de origen. 

Situación de riesgo:

Es aquella en la que, a causa de circunstancias, carencias o conflictos familiares, sociales o educativos, el menor se vea perjudicado en su desarrollo, en su bienestar o en sus derechos, de forma que sea precisa la intervención de la administración pública, para eliminar, reducir  o compensar las dificultades que se afectan y evitar su desamparo o exclusión social, sin tener que ser separado de su entorno familiar.

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Situación de desamparo:

La que se produce a causa del incumplimiento, o del imposible o inadecuado ejercicio de los derechos de protección establecidos por las leyes para la guarda de los menores, cuando éstos queden privados de la necesaria asistencia moral o material.

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Conflicto social:

Menores entre 12 y 18 años con conductas que han alterado de manera grave las pautas de convivencia y comportamiento social generalmente aceptadas, habiendo causando o existiendo riesgo de causar daño a terceros.

La C.A.F., compuesta por un equipo multidisciplinar, está dirigida a la valoración de las situaciones de riesgo social, desamparo o conflicto social, en que puedan encontrarse niños o adolescentes; orientar y asesorar la elaboración y revisión de los Proyectos de Apoyo Familiar; facilitar la coordinación de las actuaciones que se puedan derivar de ellos; elaborar estudios que permitan conocer los factores de riesgo y de protección existentes, y proponer al Consejo Local la elaboración e implantación de programas que persigan la promoción de las condiciones de integración social.